En 1835 el matemático Gaspard-Gustave de Coriolis formuló el «Efecto Coriolis» que determina que la fuerza de la rotación de la Tierra provoca que, en el hemisferio norte, las corrientes marinas se desvíen hacia la derecha y en el hemisferio sur hacia la izquierda, lo que también sucede con la circulación general de los vientos.
Así, en la desembocadura de los ríos del hemisferio norte, las arenas se depositan en la margen derecha y dejan la parte más hondable del puerto a la izquierda. En el hemisferio sur lo hacen en el sentido contrario.
Evaristo Churruca proyectó un dique de 800 metros de longitud, que arrancaba del extremo del antiguo y, conociendo el efecto Coriolis, forzó una curvatura de un radio de 3.000 metros y en tres años terminó con el problema de la barra.
En la foto: La construcción del muelle de hierro permitió la entrada y salida en cualquier marea de buques de alto porte. Aún no se habían iniciado las obras del rompeolas de Santurtzi y del contramuelle de Algorta. A la derecha se pueden apreciar los restos de un barco hundido. (1891)