Primer atlas hidrográfico científico peninsular realizado por Vicente Tofiño de San Miguel. Podría decirse que esta es la producción cartográfica más significativa del S. XVIII y base de la cartografía moderna. Combina observaciones terrestres, marítimas, astronómicas y geométricas. Sus Atlas tienen tal exactitud cartográfica, que la Alemania nazi los utilizó para navegar con los submarinos durante la II Guerra Mundial.
El más importante problema del puerto, durante siglos, era la presencia de la barra de arena movediza situada a la altura de Portugalete, transversal a la embocadura. Esto dejaba un calado de 90 cm en bajamar, lo que permitía cruzar andando de Portugalete a Las Arenas. Variaba diariamente su posición, entorpeciendo la entrada y salida de los barcos, que tenían que esperar la combinación óptima de mareas vivas, mar bella y viento favorable para entrar o salir del puerto. Hasta 1883 solamente podía utilizarse el puerto 200 horas al año.
Para cuidar de la entrada y salida de todas las embarcaciones a través de la barra, existía la figura del Piloto Mayor de Barra. Entre sus obligaciones se encontraba la de sondarla diariamente y avisar del calado a las embarcaciones que esperaban para atravesarla.