Mineral de Hierro
El mineral de hierro ha condicionado de un modo decisivo la historia de la margen izquierda durante los últimos 150 años. Eran canteras, minas a cielo abierto, y para su extracción se empleaban pico, cuña y dinamita.
Esta actividad desfiguró por completo el paisaje: se desviaron ríos; se abrieron agujeros gigantes en las montañas; y se llegó a trasladar el pueblo de Gallarta, para seguir explotando las minas. Se transportaba en primer lugar con unas 2.000 mulas y más de 1.000 bueyes, pero enseguida se construyeron 13 planos inclinados para las vagonetas; se tendieron 22 tranvías aéreos para bajarlo en baldes hasta los 28 cargaderos que se instalaron en la ría, también llevaban el mineral a los Altos Hornos o hasta los barcos que, atracados en la ría, lo transportaban a las siderurgias británicas; se instalaron 33 hornos para calcinar el hierro; y se trazó la red ferroviaria más densa de Europa: en 1906 había 500 km. de vías férreas en 2.163 kilómetros cuadrados.
Se constituyeron docenas de compañías mineras, entre ellas 64 inglesas, que emplearon a más de 20.000 personas y, a finales del siglo XIX, llegó a suponer la décima parte de la extracción mundial, según el ingeniero de minas Ramón Adán de Yarza. De 1877 a 1915 se extrajeron cerca de 140 millones de toneladas de mineral de hierro en los montes de Triano.